Introducción
Durante el siglo 19, muchos países fueron afectados por los movimientos revolucionarios para unir las regiones europeas y crear la nueva Italia dirigida por Giuseppi Garibaldiy.
A la vez que estos movimientos revolucionarios europeas ocurrían, en Asia, unas guerras Turco Otomano comenzaban a surgir.
Gran parte de las familias italianas emigraron a América. Un grupo de ellos se dirigieron al Uruguay y buscaron donde establecerse en climas parecidos a la vieja Italia. Muchos se dirigieron a la zona austral de la Patagonia llegando a unos valles hermosos de la cordillera sur llamado Bariloche, donde fueron recibidos por los aborígenes Patagón. Junto a ellos, estos emigrantes empezaron a cultivar las tierras de la región.
En estos grupos de emigrantes también vinieron supuestos clarividentes, brujos y hechiceros huyendo de la inquisición medieval. Es aquí donde se desarrolla la leyenda de la hechicera Fobiasa.
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Había una vez en el sur de la Patagonia una mujer llamada Fobiasa era tan mala que el pueblo la llamaba “La hechicera de la Patagonia” había llegado de la península ibérica y se había ubicado en el pueblo de Bariloche, lugar frio y de poca población al sur de Argentina y Chile.
Para aquel entonces todas las familias eran unidas y de un carácter alegre, trabajadores que cultivaban los valles cercanos a la cordillera de los Andes. Todas estas familias eran italianos que habían emigrado a esta región en el siglo 19.
Una de estas familias más prosperas eran los Malagamba compuesta de el señor Albertino Malagamba, su esposa llamada Lucerna y dos hijos nacidos en Argentina. Bruno de 8 años y Claudio de 10 años eran los niños más inteligentes y cultos de Bariloche. Todo el pueblo los quería y los admiraban.
Fobiasa sentía odio por estos niños, su egoísmo era tan grande que con los poderes que le dio el diablo se convirtió en un veloz ñandú y jalando un carruaje elegantemente decorado como si fuera una calesa virreinal se acerco a los niños y los invito para que subieran al carruaje para llevarlos por hermosos y floridos valles cercanos a los nevados de Bariloche.
Después que los niños se montaron en la calesa, el ñandú (ave grande parecida al Avestruz de África) empezó a llevar el carruaje a una velocidad increíble y se paro cerca a una cueva de la montaña de los Andes. Ahí el ñandú se convirtió en la bruja hechicera y encerró a los niños en la cueva. Llamó a tres zorros salvajes para que estén como guardianes de la cueva. Después envió un mensaje a don Albertino Malagamba que decía lo siguiente;
– Yo soy Fobiasa adivinadora, hechicera y dueña de los valles del Bariloche. Nombrada virreina de la Patagonia por los indios Mapuche de esta región. Tengo cautivados a vuestros hijos y los dejare libres cuando ustedes se vallan de Bariloche.
Albertino Malagamba preocupado se comunicó con el alcalde del pueblo con relación a este mensaje.
El señor Nicoline Malatesta, alcalde de la ciudad le dijo; – Esta hechicera no es dueña de esta región y usa sus poderes de magia para poder apoderarse de Bariloche. No se preocupe don Albertino vamos a buscar a sus hijos. Yo iré con 10 carabineros y le prometo que traeré a sus hijos, conozco esta región –
– Yo iré con ustedes – dijo don Albertino
Mientras esto sucedía, los niños que estaban en la cueva notaron un pequeño túnel y cuando los zorros se descuidaron Bruno y Claudio escaparon atravesando el túnel hasta llegar a la estirpe del bosque andino y los Alpes altos.
Las aves de la Patagonia como loros, picaflores, calandrias, golondrinas, patos y flamencos los estaban esperando para guiarlos por los estuarios y los paisajes naturales. Nunca estos niños habían estado en este bello lugar. Las amigables aves les traían frutas y los acompañaban por el camino hacia Bariloche.
En mitad del recorrido llegaron a la zona de los indios Mapuche. Los gansos hablaron con el jefe indio y le explicaron lo sucedido. El jefe indio se disgusto de la actitud de la hechicera;
– Tenemos que salir de esta hechicera porque puede hacer mucho daño a esta región – dijo el jefe indio. Dirigiéndose a los niños recién llegados les dijo; – Este lugar es muy frio. Descansen unos días aquí y abríguense con estos ponchos hasta que pase estas fuertes nevadas. Voy ordenar a mis servidores para que les traigan alimentos y descansen hasta que pase las inclemencias del clima.
- ¿Cómo se llaman amiguitos?
– Yo me llamo Bruno y mi hermano se llama Claudio.
– Voy a enviar un mensaje al alcalde de Bariloche con el halcón peruano para que le diga al alcalde que ustedes están aquí. Los vamos a proteger de la hechicera hasta que la gendarmería llegue a estas tierras.
Por otro lado, los endiablados cuervos de las provincias del sur le comunicaron a la hechicera el lugar donde se encontraban Bruno y Claudio. Pero tengan cuidado porque el ejercito de pingüinos de las islas Malvinas se están uniendo al jefe indio Mapuche para proteger a los niños.
– ¿Cómo podemos llegar hasta ese lugar? – preguntó la hechicera.
– Solamente pueden llegar cruzando el puente que está sobre el rio Devorador
El cóndor andino que estaba escuchando, le comunicó al jefe indio Mapuche que sobre las intenciones de la hechicera Fobiasa de cruzar el puente que esta sobre el rio devorador para llegar más rápido en esta región.
– Viene con pumas y con los cuervos endiablados –
– ¿Qué podemos hacer? – pregunto Mapuche.
– Yo tengo una idea – dijo el cóndor – Podemos esperar a que ellos estén cruzando el puente y cuando estén en el centro desbaratamos el puente para que la bruja se caiga al rio.
– ¿Cómo vamos a destruir el puente?
– Yo voy a traer dinamita para volar el puente – dijo el cóndor
Así estuvieron varios días esperando que la hechicera cruzara el puente
El día que cruzó la hechicera el puente con sus pumas. El jefe indio dio la orden de destruir el puente. Este se derrumbó cayendo al rio la hechicera y los pumas al caudaloso rio donde rápido las pirañas acabaron con ellos.
Después que desapareció la hechicera la ciudad de Bariloche se convirtió en una hermosa y tranquila ciudad. Las provincias unidas del sur formaron parte de lo que hoy es la república Argentina
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