Fermin Tanguis

El algodón es originario del Perú. Los indios peruanos lo cultivaban desde hace aproximadamente 5000 años. Actualmente se cultiva en las regiones de Lambayeque, Piura, y Tumbes.

La industria algodonera de América se remonta a miles de años atrás. Fueron los españoles que durante el virreinato llevaron semillas de algodón a todas las colonias que tenían en los cinco continentes. Los árabes españoles no solamente hicieron telares, también fabricaron papel de algodón.

Cuando llegaron los españoles a América se sorprendieron de los coloridos tejidos que hacían los incas de la lana de alpaca y del algodón.

La calidad del algodón mejoró con las investigaciones que hiciera Don Fermín Tanguéis agrónomo puertorriqueño nacido en San Juan de Puerto Rico. Vino a trabajar a Lima como contable. Pero decidió dedicarse a la agricultura en los valles de Pisco cultivando algodón. Atraves de sus investigaciones encontró que muchas plantas de algodón morían por efecto de un hongo llamado “Cotton Wilt”. Esta plaga hizo que los agricultores abandonaran sus sembradíos.-Sin embargo Don Fermín Tangues continuó  con sus sembradíos e investigando y estudiando los efectos de este hongo y buscando una planta de algodón que sea resistente a esta plaga.

Después de 10 años de investigaciones con resultados frustrantes, llegó a descubrir un algodón resistente a esta plaga. Con un magnánimo espíritu de generosidad; Don Fermín empezó a obsequiar semillas de este algodón a todos los agricultores. Estas semillas producían un algodón con un 140% de fibra uniforme y blanca de mayor longitud.

Han pasado muchos años y este tipo de algodón llamado tanguies en este siglo 21, lo siembra y cultivan en todo el mundo. Este noble puertorriqueño lanzo al Perú por el fabuloso camino de el “Oro blanco”. De su gran labor es reconocido como investigador minucioso, perseverante, generoso, benefactor convirtiéndose en un ejemplo permanente para todas las generaciones del Perú y del mundo.

Fue un forjador de valores a través del espíritu de trabajo. Como perseverancia, responsabilidad, abnegación, investigación, estudio, talento y amor por el Perú. Este famoso puertorriqueño murió el 24 de agosto de 1930. En una plaza de Lima hay un monumento ecuestre de este noble servidor.