extraterrestre alien peru cuentoEra el verano de 1940 cuando mis padres me matricularon en el sexto grado escolar en la escuela “Manuel Prado de Huaraz”. Fue ahí donde conocí un nuevo compañero de clases muy extraño. Tenía la cabeza ovalada, con poco pelo rubio, ojos verticales y azules. Con manos grandes y dedos prensiles como el rabo de los monos. Brazos largos, fuera de lo normal. Nuestros compañeros de clase, al verlo, lo empezaron a llamar Huanca Peca. Nombre indio que en español significa “Cabeza Alargada”.

En toda la región de la cordillera andina nadie había visto un ser tan extraño. Nuestros compañeros de clases lo miraban con temor. Yo era el único amigo que él tenía. Lo admiraba porque era un estudiante sobresaliente. Siempre estaba listo para cooperar con los niños en sus asignaciones pero ellos rara vez le hablaban. Muchas veces me reía cuando el firmaba con una estrella de 5 puntas y con 5 líneas horizontales. Un día le pregunté; – ¿Porque hacia ese dibujo? – algún día te explicaré – contesto.

– Huanca Peca, tú hablas muchos idiomas ¿Has viajado mucho?

– Si, con mi familia hemos ido a otros mundos. Algún día los conocerás cuando vayas a nuestro refugio. Me gustaría que vallamos el próximo domingo para que conozcas a nuestro grupo –

Yo me sentí alagado e interesado en conocer más a extraño personaje y acepté esta invitación y le dije; – ¿A qué hora y en donde nos encontramos? –

– En la puerta principal de la escuela y a las 5 de la madrugada – me dijo

Ese día partimos con nuestras mochilas a la hora indicada. El caminaba muy rápido. Llevábamos 2 horas caminando y yo me sentía con sed y cansado. El, al notarlo, me dijo; – pongamos nuestras manos juntas y con ellas apuntemos hacia el Sol y digamos las siguientes palabras. Lossol, Lossol, Lossol. Lo que quieres pedir lo retienes en tu mente. Yo haré lo mismo –

( … continua leyendo este cuento luego de ver este documental sobre la cultura Paracas y sus cráneos alargados encontrados en el sur del Perú)


Al terminar el pedido me sentía fuerte y descansado. Podía seguir caminando. De pronto vimos una planta redonda espinosa y grande. Huanca Peca, cortó la planta con un cuchillo en forma de estrella y después salió abundante agua y así pude saciar mi sed. Las aves silvestres me acompañaron. Cuando esto me pasó quedé sorprendido de estos poderes y seguimos caminando. Después de media hora nos paramos al frente de un túnel donde colgaban unas sogas de distintos colores y de diversos grosores con nudos equidistantes.

– ¿Qué es eso? – le pregunté a Huanca Peca

Son mensajes para los chasquis (corredores mensajeros como el correo actual en época de los incas).

Después entramos al túnel que cruza la montaña de los nevados del Huandoy. A medida que íbamos caminando se sentía un olor a azufre y los cristales de cuarzo nos alumbraban con hermosas luces de diversos colores. Entre este espejismo caminaban pequeñas culebras con 2 patas y ventosas en el cuerpo que le facilitaban moverse en distintas direcciones. Ya habíamos caminado 3 kilómetros y salimos del túnel.

Sus padres nos estaban esperando. Cuando los vi noté que sus familiares y todos los habitantes del lugar tenían las cabezas ovaladas y eran iguales en sus fisionomías a Huanca Peca.

En el centro del patio había una nave en forma de herradura. Mi amigo me llevó a verla. Me sorprendí cuando vi en un cuarto una biblioteca con libros de distintos idiomas.

Yo le pregunté; – ¿Cuál es el propósito que hayan tantos libros de distintos idiomas en esta nave? –

– Esta nave va a todas partes del mundo llevando variedad de libros en distintos idiomas escritos por nuestros abuelos con mensajes y hermosas enseñanzas de valores para que todos en este mundo vivamos en paz y armonía. No hablamos de guerra y de odio – dijo el abuelo que estaba presente.

Prosiguió hablando – ¿Porque no le das un paseo en la nave a tu amigo? – pregunto el abuelo.

– Ven Eduardito, vamos a volar –

Inmediatamente prendió la nave y esta empezó a dar círculos y elevándose verticalmente hasta que llego a la altura de los nevados del Huandoy. Después hizo un movimiento de traslación horizontalmente. Yo me asusté y le pregunté a Huanca Peca – ¿Que gasolina usa esta nave? –

– Esta nave usa energía solar – contesto Huanca Peca.

Cuando regresamos le seguí preguntando – ¿Quiénes son ustedes? –

– Nosotros somos de un mundo diferente. Mucho más adelantado que ustedes. Durante el imperio de los Incas nosotros veníamos para asesor a los Curacas –

Cuando regresé a mi casa, le expliqué a mi padre la experiencia que había tenido;

– Puede ser que sean seres de otros mundos. Cuentan los científicos que estos personajes han estado aquí otras veces en Nazca y otros lugares del Perú. Ellos son seres pacíficos que traen ideas nuevas. Se cree que ellos nos enseñaron a disolver la piedra y a sembrar la quinua (cereal) y otros tubérculos de la tierra – fue la opinión de mi padre.