¿Qué crees que necesitas para ser un emprendedor exitoso?
Para algunos la palabra “crisis” supone un freno inmediato a la hora de animarse a emprender o agrandar sus negocios… Para otros, curiosamente los emprendedores exitosos (y no es casualidad), la palabra “crisis” representa una época de oportunidades.
Y eso es justo lo que queremos transmitirte: si de verdad te apasiona crear un negocio en Internet, quieres ser tu propio jefe, trabajar en algo que realmente amas y aportar algo de valor a los demás solamente te podemos dar un consejo para este año: ¡hazlo! Probablemente, nunca encontrarás un momento mejor, porque hoy es el momento. (Enlace de Afiliado)
No importa cuál sea tu edad, nivel educativo, sexo o procedencia: tienes delante de ti una oportunidad única para hacer de este año el año en que lograste tu sueño de emprender.
Y para que veas que es posible, queremos compartirte 5 historias de pequeños grandes emprendedores que a pesar de no haber cumplido los 20 cosechan un gran éxito.
¿Quieres conocerlos?
5 historias de emprendedores exitosos
1. Leanna Archer. Tiene 16 años, vive en Haití y comenzó a hacer sus propios productos para el cabello a cuando solo tenía 8 años utilizando la vieja receta familiar de su abuela.
Después que en el colegio las chicas le preguntaran cuál era el éxito de su brillante pelo, se decidió a fabricar a gran escala, envasando sus productos en tarros de alimentos para bebés de su hermano pequeño.
A los 13 años hizo sonar la campana de Wall Street y actualmente es directora ejecutiva, propietaria y fundadora de Leanna Inc. y vive en Nueva York.
Vende sus productos a través de Internet, sus ingresos superan los 100.000 dólares y tiene ocho empleados a su cargo entre los cuales están sus padres y dos hermanos que ayudan en la contabilidad, embalaje y pruebas de productos.
Pero su espíritu emprendedor no termina ahí: en 2008 sus productos eran tan exitosos que decidió poner en marcha Leanna Archer Education Foundation para mejorar la vida de más de 200 niños en Haití y asegurarles la comida tres veces por día.
¿Su meta? Construir una escuela y dar atención individual a los niños en la ciudad en base a sus habilidades y necesidades.
2. Robert Nay. A sus 14 años, Robert Nay es un adolescente que ha comenzado a dar sus primeros pasos como programador.
Desde la biblioteca pública de Spanish Fork, en Utah, dedicaba sus horas muertas a programar para su iPhone… Hasta que decidió enviar su pequeño juego, Bubble Ball (un rompecabezas que se basa en física), a la App Store de Apple.
Hasta aquí todo normal… Si no fuera porque su aplicación se colocó en el número uno de juegos gratuitos más descargados en Estados Unidos destronando incluso al mismísimo Angry Birds.
Actualmente su juego supera los dos millones de descargas, y Nay ya trabaja en su próxima aplicación; pero esta vez no lo hace desde la biblioteca local sino desdeNayGames, su floreciente empresa de aplicaciones.
3. Christian Owens. Su nombre quizás no te diga demasiado, pero este joven de 16 años ha ganado más de un millón de dólares vendiendo aplicaciones en línea.
Inspirado en su ídolo, Steve Jobs, este joven británico tuvo su primera iMac a los 10 años y aprendió por sí mismo las bases para el diseño web.
Tan solo 4 años después creó su propia compañía: un portal muy simple llamado Mac Bundle Box a través del cual vendía paquetes de aplicaciones para Mac OS X a precios de descuento por tiempo limitado, y que él mismo conseguía tras ponerse en contacto con los desarrolladores.
Pero además de eso, prometía que si suficientes personas adquirían el paquete, una nueva aplicación sería desbloqueada para todos los compradores, lo que ya le garantizaba una buena publicidad de boca a boca.
Su espíritu emprendedor le sirvió para ganar un millón de dólares en los primeros dos años, pero él no se conformó con eso y creó un nuevo proyecto llamado Branchr: una compañía publicitaria que distribuye 300 millones de anuncios al mes en más de 17.000 sitios web, iPhones y otros dispositivos móviles. En su primer año, Branchr generó 800.000 dólares.
4. Amanda Loyola. La historia de Amanda Loyola sorprende y emociona por igual, pero sobre todo tiene un mensaje claro: si quieres, puedes.
Cuando Amanda perdió a su perra Princess que murió de cáncer, comenzó a investigar los ingredientes de los alimentos para mascotas… Y descubrió que todas las dietas para perros demasiado pesadas en carne roja pueden agravar la salud de los animales porque contienen productos químicos muy nocivos.
Entonces Amanda no se lo pensó dos veces, y en honor a Princess y para que ningún niño sufriera lo que ella sufrió con la muerte de su mascota creó una alimentación vegetariana libre de productos químicos a base de mantequilla de cacahuete.
A los 16 años fundó su empresa Eco-Dog Treats: una nueva forma de decir a las mascotas que les queremos y nos importan.
Ella misma dice: “mi propio negocio me ha enseñado que si quieres hacer algo, nunca debes dejar que nadie te diga que no puedes”.
5. Spencer Whale. Por aquel entonces medía poco más de un metro y no tenía edad para conducir, pero consiguió que su invento facture miles de dólares al año.
Cuando tenía solo 6 años inventó un útil juguete que sirve para que los niños puedan hacer más llevadera su estancia en el hospital y que los padres y enfermeras no tengan que correr por los pasillos sujetando los aparatosos sueros intravenosos.
Su idea, KidCare Riding Car es un colorido coche de pedales que además sirve de base para portar aparatos médicos.
Ganó un concurso y, poco después, este joven de Pittsburg que ahora tiene 14 años vendió su licencia a una empresa para que lo fabricase a gran escala.
Actualmente su invento es uno de los juguetes más populares en las plantas de medicina infantil de cientos de hospitales de Estados Unidos.
¿Qué te parecieron estas 5 historias de pequeños gigantes emprendedores?
Como ves, para emprender no hay límite de edad, de procedencia, de sexo o de circunstancias… Sino que los únicos límites que existen son los que nosotros mismos nos autoimponemos.
Todos ellos tenían algo en común: querían hacerlo y no dejaron que nadie les dijera que no eran capaces. Tenían un sueño y lo persiguieron. Querían hacer algo importante y simplemente lo hicieron.
¿Qué propósitos tienes para el 2013? ¿Qué es lo que te impide emprender? ¿Por qué todavía no te decidiste? Déjanos tus comentarios y opiniones más abajo!
Y antes de terminar queríamos hacerte una reflexión: ¿Realmente quieres ser emprendedor y crear tu propio negocio en Internet? Entonces no hay nada que pueda impedírtelo. Porque este es tu año. (Enlace de Afiliado)
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