En la época de la “fiebre de oro” de los Estados Unidos, muchos trabajadores de California y sus familias se mudaron a Alaska buscando fortuna. Todos los habitantes gozaban de la riqueza que obtenían. Los niños podían jugar en muchos parques lindos de pajaritos y mariposas coloridas.
Un día, el hielo empezó a derretirse y todas las minas de oro se cubrieron de nieve. Los esquimales sufrían y los glaciares desaparecían. En todos los corazones había tristeza y desolación. Las ballenas y las morsas se emigraron al sur. En Alaska solo quedaron osos blancos y los esquimales llorando y sufriendo de hambre. Papá oso y mamá osa esperaban un bebé.
Un ángel llego al pueblo un día y les dijo a los esquimales que la felicidad volverá a los glaciares. Unos días más tarde, debido a la aurora boreal en Groenlandia, Noruega y los cambios climáticos en Alaska el cielo cambio a colores nunca antes vistos. Colores verde, azul y rara vez rosado. El día que papá oso y mamá osa tuvieron a su bebe oso el cielo, por el efecto de la Aurora Boreal, cambio al color rosado.
Según las leyendas y tradiciones de los esquimales del pueblito donde la familia oso vivía, cuando nace un osito rosado es una señal de prosperidad. Es así que ese día en Alaska todo volvió a lo normal. Los mineros empezaron a encontrar oro. Los glaciares se llenaban de hielo. Los animales marinos y las aves bailaban de alegría. Los niños tenían juguetes y todas las familias gozaban porque no les faltaban alimentos.
Los indios de la tribu Cheyenne de Wyoming, al enterarse de este acontecimiento, invitaron a osito rosado y a su familia a visitar su la villa nativa en Yellow Stone, Wyoming. Muchos turistas del mundo llegaron para conocer a osito rosado. Los niños acariciaban su piel. Se tomaban fotografías, jugaban y corrían en el parque.
La orquesta municipal tocaban “Noche de paz” con instrumentos nativos indígenas en celebración de la visita de Osito Rosado. Los indios con sus tradicionales vestiduras llegaban bailando. Osito rosado bailaba con ellos y a los niños les contaba hermosos cuentos que los hacia reír. Pero también les decía; – Yo soy feliz cuando veo niños buenos. Que escuchan mis palabras cuando hablo de valores educativos –
Cinco búfalos que venían caminando desde un parque cercano a “Yellow Stone” para conocer al recién llegado, fueron sorprendidos por una tormenta cerca de las afueras de la villa de los indios Cheyenne. La nieve de una montaña se desprendió y sepultó a los búfalos. Todos sufrían éste inesperado y desafortunado acontecimiento.
Al enterarse, osito rosado dijo a todos los presentes; – Podemos salvarlos si nos unimos trabajando con tenacidad y amor –
Todos escucharon el mensaje de osito rosado y comenzaron a remover la nieve con palas, picos, carretas y hasta con las manos para poder salvar a los búfalos que estaban agonizando.
– ¡Se salvaron! – gritaron todos cuando vieron salir de la nieve a los búfalos sanos y salvos.
La música y la alegría continúo en “Yellow Stone”. El gobernador de Wyoming reunió a la gente del pueblo y parado sobre una tarima les dijo; – Osito Rosado nos exhortó a usar nuestros valores y asi pudimos salvar a nuestros búfalos.
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