venado sentado en la pradera

Había una vez, en un bosque, una iguana y un venado estaban conversando. El venado le decía que estaba cansado de vivir en el bosque ya que todo el tiempo se pasaba caminando por entre los arboles las plantas, las flores y los ríos.

  • A mí me gustaría conocer la arena la playa y el mar. De ahí podré ver el sol, la luna y las estrellas – decía el venado. Aquí la vegetación es tan abundante que no puedo disfrutar de ese cielo encantado –
  • Yo cuando quiero disfrutar de ese cielo encantado me subo a lo más alto de los árboles. Aquí tenemos muy buenos alimentos. Nunca nos falta el agua, las fresas, muchas frutas y deliciosos pastos. Yo no me voy de aquí – dijo la Iguana.

El venado no espero mucho tiempo para irse al desierto de Sechura que está en la costa del mar Pacífico. Estando en la arena de la playa pudo ver ese cielo encantado que mencionaba.

Había mucha gente bañándose, pocas palmas y el lugar se veía desolado. Después de varios días no podía encontrar alimentos sobre la arena. Cansado y desilusionado regreso a la selva donde el llevaba una vida plena.

MORALEJA:     Si intentas ir a lugares desconocidos, toma primero la precaución.

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