
cuento para niños sembremos papas en marte
En el año 1962 empiezo a trabajar por contrato en Rocketdine, Los Angeles, California. En esta compañía era una división de la North America Aviation donde se fabricaban los motores para el proyecto Apollo. Una nave que llevaría astronautas a la Luna. Al igual que yo habían otros latinos trabajando para este proyecto. Uno de mis compañeros de trabajo era un joven mexicano llamado Nicanor Zegarra. El, al escucharme hablar español con unos amigos me pregunto de qué país yo era.
– Yo soy del Perú y me llamo Carlos Kakopec. Desde entonces logramos una amistad muy familiar parecíamos hermanos de un mismo país.
Después de estar trabajando juntos por 2 años, Nicanor renuncio a su trabajo y se fue a su país. Por otro lado yo tuve que llevar a mi esposa a Puerto Rico, donde más tarde falleció. Al quedarme en esta isla me case con una dama libanesa y así fue que no tuve más comunicación con Nicanor.
15 años más tarde recibo un sobre marrón que me envió mi hermano Ricardo desde Los Angeles, dentro del sobre estaba una carta de mi amigo Nicanor, que decía lo siguiente:
Estimado amigo Kakopec:
Te contaré que después que regrese a mi país estudié agronomía en la Universidad Autónoma de Guadalajara. Después de 4 años me gradué y conseguí un trabajo de investigación en una compañía que le hacía trabajos a la NASA (National Aeronautica Space Administration). Después de trabajar 2 años allí me dieron una beca para seguir mis trabajos de investigación en un laboratorio agrónomo en el estado de Idaho junto con unos doctores de Irlanda y otro de este estado. En estos laboratorios estamos haciendo experimentos con distintas plantas que puedan sembrarse en Marte. Por eso tenemos muchas masetas donde depositamos mucha tierra y variedad de nutrientes y minerales. Parecidas a lo que hay debajo de la superficie de Marte. Ya sabemos que aunque en poca cantidad, hay agua en este planeta. Los nuevos astronautas que poblaran este planeta tendrían que llevar alimentos desde la tierra y esto es muy costoso. Por eso estamos tratando de conseguir alguna planta que se pueda sembrar en ese planeta y proveer alimento a los viajeros. Como se que a ti siempre te ha interesado todo lo relacionado con los viajes planetarios por eso te envió esta información.
Cuando tenga más información me comunicare contigo.
Saludos
Nicanor Zegarra
Esta carta me hizo sentir que aunque lejanos prevalecía nuestra amistad y más aun me hablaba de algo que siempre me ha gustado saber ;.Mi respuesta fue la siguiente;
Estimado amigo Nicanor
Te felicito por ser perseverante y estudioso creo que lo que ustedes están investigando en el laboratorios algo muy importante para la era espacial. Es de gran valor para mi conocer acerca de los ensayos que ustedes están haciendo en Idaho.
Mi dirección postal esta en el sobre que te escribo. Estoy ansioso de saber lo que están logrando en el laboratorio.
Tu amigo
Carlos Kakopec.
El año 1982, recibo una carta de Nicanor donde me decía lo siguiente;
– Amigo Kakopec, Después de una intensa investigación con plantas orgánicas en el laboratorio, te diré que el único tubérculo que germino en todas las masetas que nosotros tenemos con distintos componentes fue la papa. Ya sorprendió a todos los científicos y esperamos que en el próximo viaje hacia Marte los astronautas llevaran este tubérculo. Si llegaran a sembrar y germinar en ese planeta lograríamos un inmenso paso en la era espacial y en la agricultura marciana.
Dentro de un año, científicos y agrónomos viajaran a Marte, llevando papas para las primeras pruebas. Te escribiré mas sobre los resultados. Tu amigo – Nicanor Zegarra.`
En el año 1986, recibo otra carta de Nicanor; donde me decía lo siguiente;
– Estoy en Marte. Fui afortunado de viajar con astronautas y científicos de Idaho. El viaje nos tomo aproximadamente 8 meses. Descendimos sin problemas hace un año en la superficie de Marte. Los robots que llevamos empezaron a moverse con alguna dificultad y con unas palas mecánicas empezaron a romper las congeladas superficie y los científicos encontraron en un cañón material arenoso con piritas de hierro muy parecido a lo que tenemos en los desiertos de la Tierra. Con la diferencia que esta arena es húmeda. Recogimos esta arena y las pusimos en unas masetas y sembramos las papas. Todos aquí estamos felices porque las papas que llevamos germinaron y cuando tengamos la primera cosecha te llevare algunas de obsequio en mi regreso. Con razón los incas decían:
“ LA PAPA TIENE TANTO VALOR COMO EL ORO Y LA PLATA; ES UN OBSEQUIO DE DIOS “
Tu amigo Nicanor
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