El Dragón Del Misti

Cuento indígena

cuento original El Dragon Del Misti

Había una vez un volcán apagado llamado El Misti [1]. Estaba entre otros dos volcanes activos llamados Chachane y Pichu Pichu localizados en el sur del Perú, en la cordillera de los Andes.

La boca del volcán Misti era tan y tan grande que los indígenas lo llamaban el valle de Chili. En el valle de Chili, en la inmensa boca del volcán apagado El Misti, se encontraba un lago de agua en vez de un lago de lava como en los otros volcanes activos.

Durante el día los indígenas del lugar cultivaban las tierras del valle de Chili. Durante la noche, los indios del valle de Chili, celebraban la fiesta de Inti Raymi, dios del Sol. La celebración ocurría alrededor del lago del valle de Chili en la boca del volcán El Misti.

Las fiestas siempre lo hacían en luna llena.

El que dirigía estos festejos era el jefe de ellos, el príncipe Mayta Ayar. Era tan inteligente que dominaba muchos dialectos y conocía el lenguaje de todos los animales de la selva.

Es por eso que cuando celebraban estas fiestas todos llevaban regalos de oro y plata; para el príncipe de Arequipa

Durante los festejos, a la media noche, vino la noble Vicuña, el Oselote, la Viscacha y el jugetón Cuy (Quimo). Estaban asustados;

– ¿Que les pasa? – preguntó el príncipe

– En el camino hacia aquí, escuchamos el rugido del monstruo – dijo el Ocelote.

– ¿Como es ese monstruo? – preguntó el príncipe

– Es parecido a un Dragón. Tiene la cabeza enorme, parecida a la de un perro. Su cuerpo es como una Anaconda y mide como 30 metros. Cuando ladra, todos los árboles de la montaña tiemblan y se desmoronan los nevados. Todos los animales de la selva le tienen miedo – dijo la Viscacha (conejo de montaña)

– Yo lo esperaré y trataré de que no les pase nada – exclamó el príncipe Mayta Ayar – Tengo una lanza, flechas y boleadoras de la Patagonia y las se usar muy bien –

El dragón lo estaba escuchando y empezó a rugir; – Grrr –

– Ya estoy aquí y nadie me va a sacar de este lago – dijo el príncipe.

Cuando el príncipe entró al lago para sacar al dragón, el dragón hundió su cabeza en el lago y formó una enorme burbuja. El valiente príncipe quedo encerrado en la enorme burbuja.

Todos los animales y los indígenas del lugar vieron este abuso; – ¿Que podemos hacer? – preguntaron los animales

– El siempre viene cuando hay luna llena – dijo el vampiro – El dragón vive en los lagos y en los ríos. Diferente a los dragones chinos. Él le teme al fuego. Hay que cercar el lago con mucha leña y después prendemos fogatas para alegarlo – dijo el águila de los Andes.

– ¿Por qué no le pedimos a nuestro dios Inti que nos ayude? – sugirió el mono Titi

Yo soy un Dios de amor, creador de valores. Bendecidos los que creen en mí, castigados serán los que actúan de mala fe. El príncipe no morirá. Él se salvará cuando el fuego destruya la burbuja. Rodeen el lago con fogatas usando ramas secas de los pinos, cuando esto suceda habrá un despertar del sueño eterno del Misti – dijo el dios Inti

Después que todos los animales de la selva empezaron a hacer fogatas. El agua del lago empezó a hervir. La burbuja donde estaba el príncipe exploto y rodo hasta los valles de Arequipa. El príncipe se unió a los animales de la selva y empezaron a armarse para acabar con el dragón del Misti.

El volcán empezó a temblar y mucha lava salía por el cráter del volcán. Furioso el dragón se alejó y volando se dirigió en dirección a la Patagonia.

Volvió a hablar Inti; – Esa lava que baja por el volcán se apagara y se convertirá en sillares blanco para que ustedes fabriquen ladrillos. Sus casas estarán fortalecidas con los sillares y el dragón nunca los molestará.

Cuando llegaron los españoles llamaron a esta hermosa ciudad Arequipa Villa Hermosa. Otros la llamaron Arequipa, la ciudad blanca.